Para diagnosticar la enfermedad de Graves-Basedow, el médico puede realizar una exploración física para verificar los signos y síntomas de la afección. También puede conversar contigo sobre tus antecedentes médicos y familiares. Y puede ordenar pruebas, incluidas:
- Análisis de sangre: son útiles para determinar los niveles de hormona estimulante de la tiroides (TSH). Por lo general, las personas que presentan la enfermedad de Graves-Basedow tienen niveles de hormona estimulante de las tiroides inferiores a los normales y niveles de hormonas tiroideas superiores.
- Captación de yodo radioactivo: el médico te administrará una pequeña cantidad de yodo radioactivo y, posteriormente, medirá la cantidad presente en la glándula tiroides con una cámara de exploración especializada para así determinar la velocidad con la que la glándula tiroides capta el yodo.
- Ecografía: puede revelar si la glándula tiroides está agrandada. Resulta de gran utilidad para las personas que no pueden someterse a la prueba de captación de yodo radioactivo, como las mujeres embarazadas.
- Pruebas por imagen: el diagnóstico de enfermedad de Graves-Basedow no es claro a partir de una evaluación clínica, el médico puede indicar la realización de pruebas por imágenes especiales, como una exploración por tomografía computarizada o una resonancia magnética.
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